sábado, 15 de diciembre de 2012

(…) Sobre lo complaciente.

“o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.”
(“Viceversa” M. Benedetti).
--
No quiero el néctar con tal de tenerlo
Lo quiero solo cuando no lo puedo tener
Cuando nada me favorece
No lo quiero cuando cae del cielo
O cuando se alinean los planetas
Quiero verme empujado por el deseo
Por lo pasional que no pueda resistir
Atravesar el infame marco de la ventana
Salir de la cuarta pared
Quiero que las sirenas me canten al oído
Y la nebulosa de lo ominoso a la vuelta de cada esquina
Si no me veo obligado a gatear entre espinas no
Cuando no me veo obligado a inventarme la manera no
¿Qué voy hacer con eso que está en las manos de cualquiera?
¿Cómo querer eso?
No quiero lo de todos
Ni lo que hay que querer
No quiero lo fácil
Ni la viable
Ni lo factible
Ni lo dócil
No quiero lo plegable
Ni lo homogéneo

Busco el otro extremo de tu mirada
Te busco donde no me esperas
No te quiero fácil
Quiero tu verdadero sexo
Quiero estar frente al acontecimiento puro
Frente al vacío de la nada
En el umbral de todo epílogo
Con la página en blanco y la mente saturada
Quiero ser contemporáneo de lo íntimo
De lo oscuro
Lo oculto
Lo innombrable
La fractura
Quiero pagar por los tiempos que me han tocado
Interpelarlos de manera constante
Renunciando a la idea absoluta
Dando palabra a lo que siempre se escurre
Al grito del silencio
Quiero ver mascaras por todas partes
Quiero crear de lo que mi alma ignora
Como el más virtuoso alfarero creando vacío
O como el preciso trazo del escriba en la caligrafía
Usar el vacío y recortarlo hasta hacerlo mío
Escarificar las palabras sin dejar que se pudran
Abrir la pajarera oxidada
Y dejar salir al ardiente pájaro azul

Ni el día ni la noche sino el crepúsculo
Si la vida no es quemarse con los avatares del tiempo
Si la vida no es crear a partir del exceso
Si no es así
Renuncio a vivir
Porque la vida
Eso que llaman vida
No es sino por eso que llaman muerte

Porque por más que queramos
No podemos creer en la fe lo bueno y lo bello
No alcanzan

Así como la pensamos
La vida es un complejo que oscila
Entre un eterno quizás tal vez y viceversa
Cuyo parto es una metáfora sin padres
Una metáfora bastarda


I.  


lunes, 15 de octubre de 2012

(…) Se vino el invierno.


Veo esa lluvia insistente, que intenta lavar la recién encontrada mancha de pétalos y sangre, en la ahora sucia sábana blanca de este mundo.

Me pongo a pensar que muchas otras personas se obstinan por el hecho de tener que salir con lluvia.

Pienso en el diluvio de algunos, que en este momento se están suicidando y en cómo algunos otros, bajo el delicado masaje del sonido de la lluvia y en un potente orgasmo, conciben a otro ser. Pienso en la tormenta que queda en los otros cercanos al suicida, y en la mala suerte del niño, que se dispone arribar a este mundo en eterno temporal.

Me pienso en esta lluvia, me percibo en este pensar, veo las diferencias. En cómo hace algunos años la transición a épocas lluviosas era distinta, puesto que eran solo épocas.

Veo el poder de la lluvia y la erosión sobre mi tierra, esa que alguna vez fue fértil y llena de frutos. Veo el surco y el desgaste que las gotas inscriben con el pasar de los años. Me asombro de este increíble lienzo, que como palimpsesto, hace un recuento de los daños y usuras producidas por las inundaciones causadas, por la lluvia y el tiempo.

Este es el invierno que precede a más invierno, sin primaveras; después de la tormenta viene más tormenta. Es de acá donde proviene la razón misma del movimiento hacia la vida, ¿podremos, alguna vez, admirar como belleza creadora y destructiva, al inclemente vórtice?

En este diluvio, siempre hay aleros donde escampar….


I. 

jueves, 11 de octubre de 2012

(…) De un payaso y la liberación.


Hay un cierto morbo en todo esto.
No lo entiendo del todo.
Solo preguntan cómo murió.
O hablan de la buena persona que fue.
Lo que me gustaría que supieran es lo mucho que sufrió.
Lo arbitrario de una andadera y silla de ruedas.
La continua y degenerativa inmovilidad.
La torpeza e inutilidad.
La compasión de los otros.
La falta de vitalidad y ganas de seguir.
La suplica misericordiosa a la muerte.
La lenta progresiva angustia.
La vergüenza desnudez del baño por los otros.
Falta de atención.
Sensación de resto.
La oración a un dios que no responde.
Abandono divino.
La caída del ideal semblante de los hijos, nietos y familia.
La atención de un contratado.
La necesidad de una escucha, de una caricia.
Las ideas suicidas.
Maldición de la final condición humana.
La falsa complacencia.
La finitud.
El dolor constante.
El incompetente medico.
La droga paliativa.
Pensamiento vacío.
Alma cansada.
Odio supremo.
Significantes irresueltos.
Egocentrismo.
Su no existencia.
Su reclusión.
La infidelidad a sus espaldas.
La falta de fe.
La falta de comprensión.
Su desesperanza.
Su angustia, culpa y humillación por haber pensado, sentido y deseado todo esto.
Ido y vuelto a cada tanto.

Por eso la muerte es una liberación.
Quizás sí lo saben y esto es lo que todos queremos ocultar tras un falso ritual, abrazo, lágrima, gesto o palabra.
Esto es algo de todo aquello de lo que no somos capaces de poder aceptar, porque lo vemos, lo olemos tan cerca que huimos, por más crudo y nefasto que sea, esta es la carroña de la vida.
Tal vez en la intimidad, donde nadie nos vea y con un leve dolor a lo interno, podamos aceptar, aunque sea en parte, algo de todo esto, de lo que una muerte y el circo a su alrededor me mostró.
Sin escrúpulos, verso por verso.
Con la cadencia de un buitre, poco a poco, de manera lenta y progrediente, debemos aceptar hacer algo, lo que sea, antes de que sea tarde, demasiado tarde.
Porque en realidad existe tan poco tiempo para decir las cosas que hay que decir.
Solo así, a la vuelta del tiempo, en nuestra piel o en la de los otros semejantes, quizás y solo quizás podremos dejar de ser las hipócritas que somos y hacer un acto, al menos uno, verdaderamente autentico, verosímil.

La muerte nos da una sonrisa, no queda más que devolvérsela.
Viendo al payaso, soltando la risa….

In memoriam
J.L.S.S


I.

martes, 9 de octubre de 2012

(...) En tercera persona.


Sereno y con cierto sentir vacío se vio de lejos, en tercera persona, como un personaje, y se encontró entre multitudes “celebrosas” bajo el mismo tono monocromático, redundante. 


De esos lugares y tiempos, en su mayoría se sintió tan ajeno, tan distante, ya sin provocarle –como en épocas pasadas– repudio o desprecio, solo encuentra, en aquellos seres cercanos, actitudes y poses vaciadas de sentido, ahora ve todo eso como algo externo, como no perteneciente a ello, como un extranjero que le deja a cada quien lo que cada quien merece, y de manera casi natural se hace a un lado. 

*
Nadie nunca hubiera pensado nada de esto en él, antes vivía muy al cuerpo todo eso, antes se autoexcluía, se peleaba ferozmente con todas estas circunstancias en ellos. En esto radica su distancia, esa que alguna vez lo hacía sentir tanto afortunado como extranjero, ninguna más que la otra, como todo en la vida, unas veces le jugaba a favor y en otras, en contra. 

*
Ahora se encuentra entre esos otros pocos personajes similares a él, cuya paga es el ser solitarios con algunos otros solitarios más. Se encuentran en otro estado, en otra relación con lo compartido para eso que llaman lo humano, quizás no sea el mejor estado, el más feliz o en el que no se sufre desdicha alguna, pero sí en mejores y más autenticas relaciones para soportar eso que llaman vida. Se encuentra entre esos otros personajes que reescriben su historia, su familia y país, entre esos otros que se reescriben a sí mismos, o que por lo menos tienen la intención de hacerlo. 

*
A su vez –él mismo, como personaje– observa algo bastante interesante, ve a los otros como personajes, pero no solo eso, no como personajes convencionales, los ve como personajes sí, pero sobreactuados. A la misma vez en que piensa la idea anterior le surge otro pensamiento en el cual no sabe –pero de alguna manera intuye o se imagina– en qué será en lo que él se ve sobreactuado o en lo que se ve forzado a sobreactuar. 


*
Piensa que le gusta verse de lejos, viendo como mira esos lugares y situaciones que no compartía o comprendía, pero que de igual forma por una u otra razón frecuentaba y le había tocado vivir. Le gustaba estar en todo tipo de ambientes, pero lo que más le gustaba era no salir ileso de ellos, aunque la consecuencia fuera salir indiferente. Le gustaba hacerse la idea y sentirse hijo de los tiempos que le han tocado vivir, sin mejorías, tal cual. 


*
Así fue como salió de los días festivos e inicio este pliegue de un año nuevo que se impone ante él, ese personaje que ya no es el mismo. 


I. 


domingo, 12 de agosto de 2012

(…) De los dioses y ángeles intactos.


Momento en el que ya no se da más
Quizás solo queda dejar
Dejar ir
Dejar ser
Dejar caer
Como un resto
Cuando nada sale como se quisiera
Nada sonríe
Se cae en cuenta de que esta es la única verdad recurrente
La única verdad es este derrape
Lo único verdaderamente estable es el desvarío
El problema es que creemos que tenemos tiempo
Y hay tan poco tiempo para decir las cosas que hay que decir
No queda más agachar el alma
Esquivar la próxima rama
Y no abatirse
Tomar una bocanada de aire caliente
Lavar las heridas con ceniza
Y por más gris que se postre el horizonte mantenerse erguido
Lo veo en mí y en cada uno de ellos

La única manera de expiar todos estos dioses y ángeles caídos es haciéndolo de la única manera posible, diciéndolos. 

I.


martes, 10 de julio de 2012

(...) Descripción de un regreso.


Qué tan fácil es caer en el vacío.
Solo es cuestión de mirar alrededor.
Quince días de soledad bastan para comprobar esto.

Nada cuesta.
Se trata de buscar a las personas indicadas.
Alimentarse con veneno drogadicto.
Compartir con detenimiento la decadencia maquillada.
Decadencia siempre presente en todas sus variaciones.
Mirar alrededor y sentir el escalofrío de lo velado.
El teatro del exceso.
No está de más una pequeña inyección de heroína universitaria.
Reírse con dolor gracias al pseudoarte admitido en la mayoría.
Exaltarse para mal con el ahora artista de furcia academia.
No olvidar la dosis diaria del miasma monocromático.
Respirar altas dosis de eutanasia mediática.
Criar con empeño el instinto asesino inspirado en la ridícula política.
Pensar en la postergación inmaculada de la obligación.
Inhalar como línea blanca esa continua y bastarda espera.
Cultivar la resaca.
Deambular sobre pretensiones vaciadas de acontecimiento.
Búsqueda de márgenes corpóreos perversos.
Escuchar la mugre diaria como un sueño al medio día.
Dar quince pasos hacia atrás al pasado que presente es.
Contemplar lo atrofiado.
Forzar el ser vacilante en una época donde esa es su lógica.
Rezar la oda de intenciones al amor confuso.
Amar con delirio a esa que se ausenta sin razón aparente.
Follarse en soledad.

Más bien hasta se necesita cierto arte para ignorar todo esto.
Solo contemplar.
La mañana la tarde la noche.
El desayuno almuerzo cena.

Lo acepto.
Hoy regreso.
Y ando con el cristal de un pesimismo medio moralista.


I.


jueves, 21 de junio de 2012

(…) El pliegue de la voluntad.

“Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empiezade polvo y tiempo y sueño y agonías?”
(“Ajedrez” J.L Borges).

I

Si se toma en cuenta que el tiempo es relativo.
También es arbitrario.
Los segundos.
Cada uno de ellos.
Carga lo contingente y determinado.
Cada uno de ellos es la carga de un cronotopo.
Lugar donde se juegan los dados.
Lugar donde se puede actuar o menguar.

De ellos tiende la cadencia sumatoria.
De uno tiende la decisión.
De uno tiende posibilitar.
La apertura a una mostración.
Crear o no.
De abrir un pliegue.
De hacer y deshacer.
De producir un acontecimiento.

De ellos tiende el instante.
En uno el hacer emerger.
En uno el escuchar las voces áfonas.
Leer el sesgo.
Ese que furtivo solo se escapa para mostrar.
Manifiesto en acto.
Eso que al convocar algo dice.
En uno está tomar o no partida.
De apostar sobre una quiniela siempre fortuita.
En uno está el no arrepentirse.
De asumir lo fluctuante y nebuloso de lo ambiguo.
El semblante de lo equívoco.
De la permutación nuestra disposición más variable.
Y hacer de ello no una fe sino algo verosímil.

II

Todo me ha sido dado para la obra.
Y cuando digo todo pienso en abatimiento.
En la humillación, desprecio, enfermedades y fracaso.
En el amor, perdida y repetición.
Hacer de un golpe letal la caricia más benévola.
Todo es como una arcilla para la obra.
Todo es materia prima de la mismísima carrona de la vida.
Hasta erigir un monumento a nuestro esculpir.
Una figura maleable que se reconstruye para ser destruida.
Todo es una paradoja hambrienta de un tal vez.
Solo se nace para morir y resucitar a cada tanto.
Para reengendrar nuestro propio y único lapso de tempus.

Pero creerlo como surco indeleble en cuerpo y alma.
Por más escarificadoras que sean las manecillas del tiempo.
En nosotros está el ser unos mártires del destino.
O unos bufones del mismo.
Hacer del tiempo único y nuestro.
Prostituirlo y pagarle con llanto y risa benévola.
Y siguiendo esto.
Mirar con detención.
Mirar cómo del fuego y las cenizas se aviva vuestro fuero interno.
Mirar que del abismo del tiempo finito se puede volver inquebrantable.
Y poco a poco mirar la sombra que aparece en tu espalda.
Mirar ese momento en el que se van abriendo nuestras alas.

III

Dejar de rendirle pleitesía a Dioses que subyugan.
Domesticar a Khronos, Aión y Kairós.
Hacerlos nuestros furcios y cortesanos.
Degenerar su visión de dominio.
Someter a la procastinación meretriz.
Volvernos unos dimiurgos blasfemos e irreverentes.
Demiurgos de nuestra propia procesión.
Demiurgos de la vasija alrededor del inefable vacio de vivir.
En el vórtice de la existencia.
Reunir al séquito de interlocutores y acompañantes de camino.
Y hacer de nuestro calvario pagano una verbena dionisiaca.

IV

Mi tiempo es este.
El “Carpe Diem”.
Mi amor es este.
El “Amor Fati”.
No hay más.
Solo nos queda esta voluntad.

V
Si mis cálculos no fallan.
Un día contiene 86400 segundos.
Una semana 604800 segundos.
Un mes 2592000 segundos.
Un año 31536000 segundos.
Para una vida promedio de 70 años son 2207520000 segundos.
¿Quieres seguir perdiendo el tiempo en sandeces?
¿Quieres ser el soberano del destierro o seguir siendo la victima desterrada?
Tus Dioses están intactos y el reloj de arena no para de correr.

VI

“Alea Jacta Est”

I.


martes, 5 de junio de 2012

(…) Sobre la utilidad dionisiaca.



Pauta nocturna:
Está ahí
Acechándome
Silente
A la vuelta de cada esquina
Después de cada parpadear
En la hora cero
En ese preciso instante
Donde todo se funde en sí mismo

Esa hermosa y excomulgada musa
Maldita y execrable
En cada recoveco
En cada pedazo de nada
En lo desapercibido
En lo rebosante de olvido

En ese vacio
Sobre el cual se tienden las asperezas
Los más finos y bajos intentos de algo
De lucha contra el letargo
Como hostia paliativa mide e investiga
Mitifica su entorno y origen
Mercantiliza ortopedias desarticuladas
Y soberbio se autoflagela y victimiza de ello

Qué increíble la condición humana
Su remarcado umbral
Su primitivo hacer
Su vacilante pretensión
Su imagen corroída
Su imperante y hegemónica globalidad

Al margen de todo
Siempre bajo la sucia enagua de los dioses
A la espera de la reconfortante menstrua primordial
De la huella alienante
Una horda perversa polimorfa
Por excelencia el animal balbuceante
De insaciable sexo

La sobrevalorada consciencia
La sobrevalorada palabra
Se paga con el cuerpo
Con la mortalidad
Podredumbre temporal
Surco y raya en los ojos del alma

No hay vuelta atrás
No queda más que la exaltación por amor
Vía sustancias
Vía coito
Vía el arte
Vía elaboración espiritual del sí
Cuatro vías de una misma partitura
Un mismo averno 

Porque es lo de acá
Lo nuestro
Lo demasiado nuestro
Lo Demasiado Humano

I.

lunes, 16 de abril de 2012

(…) Manifiesto a la desolación.

cuando lo que tiene que suceder
no sucede.
o por lo menos cuando se cree
que debería,
no pasa.

y todo deviene
de amanecer a crepúsculo.

cuando no ocurre.
por capricho no pasa.
cuando el momento
te da la espalda
y no hay destello.
y ya por el mismo hecho de pensarlo
y desear que sea,
se fuerza.
se pierde lo inesperado.

si en verdad fuera solo eso,
todo fuera eso
y fuera cierto que todo pende de ese hilo.
¿de qué hablamos
cuando hablamos de eso
que llaman amor?

en estos tiempos,
los tiempos que me han tocado vivir.
eso mal llamado amor,
no tiene raíces.
es algo bastardo.
el amor es esa frontera que marca zonas inseguras.
el amor se vuelve todo y nada.
ese amor es distraído
etéreo y ligero.
un amor frágil y resbaloso.
un amor que desliga.
un amor que cuando se cree que es algo
menos es y más lejos está.
un amor que no sostiene la ilusión de serlo.

en estos términos de amor,
es mejor andar por la sombra.

en los momentos salvajes en los que deseo
irrumpirte sin importar nada,
me retraigo.
vaya maldición.
siempre y casi sin esfuerzo alguno
me haces tomar ésta vulgar decisión.
ni si quiera creo poder arriesgar,
porque no hay apuesta que se pueda hacer
sobre la nada.
sobre algo que lo único que indica
es vacilación.
sobre un brillo que de manera estrepitosa
se opaca.

me traiciono y ultrajo
porque no puedo resistir y sostener
una distancia.
a veces puedo ser tan iluso
me dejo engañar tan fácilmente.
lo consecuente desaparece
y soy tomado por fuerzas
que exceden mi intención.
busco donde no debo
y encuentro donde no está.
algún demonio debo querer escarmentar.
es sorprendente la manera
en que uno puede falsearse a sí mismo.

igual de sorprendente es,
la manera en que nada cambia.
en que cuando mejor vamos
y las cosas fluyen de manera intensa
todo se torna liquido.
de matices turbios.
como si llegar a esos estados fuera
algo tan cotidiano,
que en los días siguientes nada cambio
todo sigue igual de plano.
o por lo menos te encargas en hacerme notar eso,
lo sabes hacer muy bien.
sin mucho esfuerzo.
tan bien que no cabe duda,
es tajante,
no puedo mas que quedar aturdido.
en estos tiempos la perplejidad 
es mi compañía mas benevolente.

no busco lo pasajero ni lo eterno,
busco una compañera de viaje.
solo eso,
lo que una viajera me puede ofrecer.
con todo lo que el implica un viaje.
vértigo y vitalidad.
algo concreto en lo inconmensurable.
salir de la segura monotonía.

lo peor de todo
es que,
en este supuesto viaje,
juntos la hubiéramos pasado bien.
en esta imagen que me empeño en fantasear,
hubiera sido algo muy bueno.
solo si no te dejaras amar como lo haces.
y si te negaras amar a ese falso amor que amas.
porque de alguna manera intuitiva,
sé que lo padeces.
lo sé porque esos ojos,
un gesto y un abrazo no mienten.

estamos en distintas frecuencias,
no es el tiempo y quizás nunca lo sea.
esto no es lo mío.
quiero caminar por lo líquido
y dejar la orilla de salvación.
denuncio a ese semblante de amor.
quiero quemarme para renacer,
sentir las verdaderas secuelas de un trayecto.
quiero asumir lo que implica un recorrido
y no salir ileso de ello.
hay una paga en todo esto.
y hay tantas
cosas que no comprendo
y que no llegaré a comprender.
pero de alguna manera dolorosa
esto me pone feliz,
una felicidad triste que me define.
aunque esa definición sea inefable,
lo asumo.

no soy más que un principiante.
y solo hoy me doy cuenta,
después de este intento,
de que esto mismo
forma parte del viaje.

solo espero que
estos sinceros sentimientos
no sean solo,
el deseo de tenerlos.