miércoles, 8 de mayo de 2013

(…) Estudio sobre lo Insoslayable.

"Cuando se diga que hay que hacerlo,
O cuando sea la fecha.
No.
No celebres,
No ames,
No abraces,
No rías,
No creas,
No responda.

Sospeche.

Pero sobre todo,
No te calles,
No.
No lo aceptes.
No te quedes inmóvil,
Esperando,
Sin llorar.

Y cuando llores,
Que sea sin piedad.
Un llanto de llantos.
El mas vehemente.
Con el alma y los huesos.
Con la mirada y palabras.
Con el pecho y la espalda.
Con el sexo y las manos.

Los anaqueles están llenos
De lo mismo y lo mismo.
No los sigamos alimentando de nada. 

Dese la oportunidad.
De lo relativo.
Aféctese por el sentido opuesto.
Hazte gritar bajo del agua.
Escuchar el insistente silencio de un pensamiento.
Tambalear por el golpe de un poema.
Atiborrar por el aliento de una montaña.
Poseer por una nota musical.
Forzar lo sedimentado.
Endulzar por lo agrio de la soledad.
Extasiar por lo verosímil.
Atrapar por el destello de una insignificancia.
Pintar sobre el aire con los ojos errados.

Déjese por momentos,
Hacer lo indebido.
No sobrevivir,
No llegar a tiempo,
No bañarse,
No razonar,
No cuidarse,
No acomodar,
No esperar,
No vestir,
No explicar.

Solo fluir.
Como pluma en vórtice.

Permítase.
Sin ambages.
Volver a engendrarse.
Rodearse de utopías idílicas
para vomitarlas,
en ficciones mas nuestras.
Más cercanas a la verdad interior.
Y dejar de repetir eso que no deja reproducirse.
Aprehender, exhumar y lidiar.

Ame y travesee con,
El dolor,
Las espinas,
Lo amargo,
La muerte,
El musgo,
Lo oscuro,
El sin-sentido,
La piedra,
El infierno,
Lo imperfecto, 
El hedor,
El vació.
Lo bizarro.
El veneno

Porque es aquí,
Del día a día,
Es lo más cercano al camino.
Cielo, tierra y averno en el mismo tríptico.

Dejar de rendirle pleitesía al Dios que no existe.
Que caiga lo que tenga que caer,
Que caiga por su propio peso.
Al precio que sea.
Pero que caiga."

martes, 7 de mayo de 2013

(...) Tu Arte Abstracto.


A medida en que nos acercamos.
Lo mejor es empezar a dilatar las relaciones.
La cercanía e intenciones.
La repetición antojadiza de las pequeñas aperturas lo refuerza.

Cuando más te encuentro más se abre el abismo.
No hay nada más falso que lo sublime.
Fuego sobre fuego.
Puro destello.
¿Por qué te empeñas en ser espejismo?
Una dura piedra preciosa.
La ruta de lo que pudo ser.
¿Ese en verdad es nuestro destino?

No solo quiero beberte.
Quiero que me bebas.
Quiero tu locura en la espalda.
La condena de llegar a no poder olvidarte.
El surco de tu letra sobre mi cuerpo y memoria.
Tu irreverente grafo sobre la mirada.

Pero no puedo cargarte sin índice alguno.
Tampoco creo ser el imbécil que te busca por la razón.
Qué difícil abrazar tu cuerpo volátil.
Hasta hoy solo eres una pura sustancia de lo imaginario.
Arte abstracto.

No puedo cambiarte.
No puedo estar en esos lugares donde me colocas.
No puedo con esa bastarda ambivalencia.
No puedo ceder.
Anularme no.
Por lo tanto me muevo.
Me arrastro a otro lugar.

Esta es mi incomodidad.
La liquidez de los tiempos.
Los tiempos caídos.
Tu tiempo.
Tu arte abstracto.


I.




lunes, 6 de mayo de 2013

(…) Sobre la interpelación.

"Llega un momento en que aspiramos
a escribir algo peor"
Oliverio Girondo...

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no quiero que te enteres
que te estoy deseando a vos

quiero que lo encuentres por ti misma
pero a modo invertido

quiero verte arriesgar
atrevida
proponiendo sin discreción

quiero conocer tus más finas e infames estrategias
quiero conocer esa locura de estados alterados
percibirte desnuda en ese riesgo
con ojos de incertidumbre
decidida a no perder
radical en lo gestual
oportunista del pasado
aprovechada de lo contingente
activa en lo anormal
lucida en la intención
impulsiva en la iniciativa
de miradas intensas
y manos inquietas por un roce

quiero el envés de tu ideal
sentir que soy tomado
quiero que ardas y me quemes
quiero ser atravesado por tu letra
conocer tu verdadero lenguaje
que te dejes ir hacia lugares desconocidos
que le sonrías a la sin-razón
que improvises con el más fino ludismo
quiero verte maldecir el ritual del saber hacer
quiero dejar de contemplarte para lograr sentirte
y verme llamado por el grito de tu piel

apelo a esa feminidad oscura
transgresiva
irreverente y desatada

embriagarme con tu verdadero sexo
y oler tu verdadera feminidad
que te resignes y dejes ir conmigo de la mano
hacia islas de playas vírgenes
de briza onírica y néctares vitales
que no te salves de tomar el riesgo
de apostar todo
a la alquimia de lo que somos

y aunque no se cumpla del todo en ese primer instante
que por lo menos lo intentes
y que ese intento sea el más autentico
pero sobre todo
y con la misma fuerza
que sepas exigir lo mismo para vos
si
eso espero de vos
y es ahí
donde radica todo el problema.

I.


sábado, 15 de diciembre de 2012

(…) Sobre lo complaciente.

“o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.”
(“Viceversa” M. Benedetti).
--
No quiero el néctar con tal de tenerlo
Lo quiero solo cuando no lo puedo tener
Cuando nada me favorece
No lo quiero cuando cae del cielo
O cuando se alinean los planetas
Quiero verme empujado por el deseo
Por lo pasional que no pueda resistir
Atravesar el infame marco de la ventana
Salir de la cuarta pared
Quiero que las sirenas me canten al oído
Y la nebulosa de lo ominoso a la vuelta de cada esquina
Si no me veo obligado a gatear entre espinas no
Cuando no me veo obligado a inventarme la manera no
¿Qué voy hacer con eso que está en las manos de cualquiera?
¿Cómo querer eso?
No quiero lo de todos
Ni lo que hay que querer
No quiero lo fácil
Ni la viable
Ni lo factible
Ni lo dócil
No quiero lo plegable
Ni lo homogéneo

Busco el otro extremo de tu mirada
Te busco donde no me esperas
No te quiero fácil
Quiero tu verdadero sexo
Quiero estar frente al acontecimiento puro
Frente al vacío de la nada
En el umbral de todo epílogo
Con la página en blanco y la mente saturada
Quiero ser contemporáneo de lo íntimo
De lo oscuro
Lo oculto
Lo innombrable
La fractura
Quiero pagar por los tiempos que me han tocado
Interpelarlos de manera constante
Renunciando a la idea absoluta
Dando palabra a lo que siempre se escurre
Al grito del silencio
Quiero ver mascaras por todas partes
Quiero crear de lo que mi alma ignora
Como el más virtuoso alfarero creando vacío
O como el preciso trazo del escriba en la caligrafía
Usar el vacío y recortarlo hasta hacerlo mío
Escarificar las palabras sin dejar que se pudran
Abrir la pajarera oxidada
Y dejar salir al ardiente pájaro azul

Ni el día ni la noche sino el crepúsculo
Si la vida no es quemarse con los avatares del tiempo
Si la vida no es crear a partir del exceso
Si no es así
Renuncio a vivir
Porque la vida
Eso que llaman vida
No es sino por eso que llaman muerte

Porque por más que queramos
No podemos creer en la fe lo bueno y lo bello
No alcanzan

Así como la pensamos
La vida es un complejo que oscila
Entre un eterno quizás tal vez y viceversa
Cuyo parto es una metáfora sin padres
Una metáfora bastarda


I.  


lunes, 15 de octubre de 2012

(…) Se vino el invierno.


Veo esa lluvia insistente, que intenta lavar la recién encontrada mancha de pétalos y sangre, en la ahora sucia sábana blanca de este mundo.

Me pongo a pensar que muchas otras personas se obstinan por el hecho de tener que salir con lluvia.

Pienso en el diluvio de algunos, que en este momento se están suicidando y en cómo algunos otros, bajo el delicado masaje del sonido de la lluvia y en un potente orgasmo, conciben a otro ser. Pienso en la tormenta que queda en los otros cercanos al suicida, y en la mala suerte del niño, que se dispone arribar a este mundo en eterno temporal.

Me pienso en esta lluvia, me percibo en este pensar, veo las diferencias. En cómo hace algunos años la transición a épocas lluviosas era distinta, puesto que eran solo épocas.

Veo el poder de la lluvia y la erosión sobre mi tierra, esa que alguna vez fue fértil y llena de frutos. Veo el surco y el desgaste que las gotas inscriben con el pasar de los años. Me asombro de este increíble lienzo, que como palimpsesto, hace un recuento de los daños y usuras producidas por las inundaciones causadas, por la lluvia y el tiempo.

Este es el invierno que precede a más invierno, sin primaveras; después de la tormenta viene más tormenta. Es de acá donde proviene la razón misma del movimiento hacia la vida, ¿podremos, alguna vez, admirar como belleza creadora y destructiva, al inclemente vórtice?

En este diluvio, siempre hay aleros donde escampar….


I. 

jueves, 11 de octubre de 2012

(…) De un payaso y la liberación.


Hay un cierto morbo en todo esto.
No lo entiendo del todo.
Solo preguntan cómo murió.
O hablan de la buena persona que fue.
Lo que me gustaría que supieran es lo mucho que sufrió.
Lo arbitrario de una andadera y silla de ruedas.
La continua y degenerativa inmovilidad.
La torpeza e inutilidad.
La compasión de los otros.
La falta de vitalidad y ganas de seguir.
La suplica misericordiosa a la muerte.
La lenta progresiva angustia.
La vergüenza desnudez del baño por los otros.
Falta de atención.
Sensación de resto.
La oración a un dios que no responde.
Abandono divino.
La caída del ideal semblante de los hijos, nietos y familia.
La atención de un contratado.
La necesidad de una escucha, de una caricia.
Las ideas suicidas.
Maldición de la final condición humana.
La falsa complacencia.
La finitud.
El dolor constante.
El incompetente medico.
La droga paliativa.
Pensamiento vacío.
Alma cansada.
Odio supremo.
Significantes irresueltos.
Egocentrismo.
Su no existencia.
Su reclusión.
La infidelidad a sus espaldas.
La falta de fe.
La falta de comprensión.
Su desesperanza.
Su angustia, culpa y humillación por haber pensado, sentido y deseado todo esto.
Ido y vuelto a cada tanto.

Por eso la muerte es una liberación.
Quizás sí lo saben y esto es lo que todos queremos ocultar tras un falso ritual, abrazo, lágrima, gesto o palabra.
Esto es algo de todo aquello de lo que no somos capaces de poder aceptar, porque lo vemos, lo olemos tan cerca que huimos, por más crudo y nefasto que sea, esta es la carroña de la vida.
Tal vez en la intimidad, donde nadie nos vea y con un leve dolor a lo interno, podamos aceptar, aunque sea en parte, algo de todo esto, de lo que una muerte y el circo a su alrededor me mostró.
Sin escrúpulos, verso por verso.
Con la cadencia de un buitre, poco a poco, de manera lenta y progrediente, debemos aceptar hacer algo, lo que sea, antes de que sea tarde, demasiado tarde.
Porque en realidad existe tan poco tiempo para decir las cosas que hay que decir.
Solo así, a la vuelta del tiempo, en nuestra piel o en la de los otros semejantes, quizás y solo quizás podremos dejar de ser las hipócritas que somos y hacer un acto, al menos uno, verdaderamente autentico, verosímil.

La muerte nos da una sonrisa, no queda más que devolvérsela.
Viendo al payaso, soltando la risa….

In memoriam
J.L.S.S


I.

martes, 9 de octubre de 2012

(...) En tercera persona.


Sereno y con cierto sentir vacío se vio de lejos, en tercera persona, como un personaje, y se encontró entre multitudes “celebrosas” bajo el mismo tono monocromático, redundante. 


De esos lugares y tiempos, en su mayoría se sintió tan ajeno, tan distante, ya sin provocarle –como en épocas pasadas– repudio o desprecio, solo encuentra, en aquellos seres cercanos, actitudes y poses vaciadas de sentido, ahora ve todo eso como algo externo, como no perteneciente a ello, como un extranjero que le deja a cada quien lo que cada quien merece, y de manera casi natural se hace a un lado. 

*
Nadie nunca hubiera pensado nada de esto en él, antes vivía muy al cuerpo todo eso, antes se autoexcluía, se peleaba ferozmente con todas estas circunstancias en ellos. En esto radica su distancia, esa que alguna vez lo hacía sentir tanto afortunado como extranjero, ninguna más que la otra, como todo en la vida, unas veces le jugaba a favor y en otras, en contra. 

*
Ahora se encuentra entre esos otros pocos personajes similares a él, cuya paga es el ser solitarios con algunos otros solitarios más. Se encuentran en otro estado, en otra relación con lo compartido para eso que llaman lo humano, quizás no sea el mejor estado, el más feliz o en el que no se sufre desdicha alguna, pero sí en mejores y más autenticas relaciones para soportar eso que llaman vida. Se encuentra entre esos otros personajes que reescriben su historia, su familia y país, entre esos otros que se reescriben a sí mismos, o que por lo menos tienen la intención de hacerlo. 

*
A su vez –él mismo, como personaje– observa algo bastante interesante, ve a los otros como personajes, pero no solo eso, no como personajes convencionales, los ve como personajes sí, pero sobreactuados. A la misma vez en que piensa la idea anterior le surge otro pensamiento en el cual no sabe –pero de alguna manera intuye o se imagina– en qué será en lo que él se ve sobreactuado o en lo que se ve forzado a sobreactuar. 


*
Piensa que le gusta verse de lejos, viendo como mira esos lugares y situaciones que no compartía o comprendía, pero que de igual forma por una u otra razón frecuentaba y le había tocado vivir. Le gustaba estar en todo tipo de ambientes, pero lo que más le gustaba era no salir ileso de ellos, aunque la consecuencia fuera salir indiferente. Le gustaba hacerse la idea y sentirse hijo de los tiempos que le han tocado vivir, sin mejorías, tal cual. 


*
Así fue como salió de los días festivos e inicio este pliegue de un año nuevo que se impone ante él, ese personaje que ya no es el mismo. 


I.