sábado, 14 de abril de 2012

(...) Y yo

I

Y yo…
Como esa broza solitaria al fondo de la taza de café
Como esa gota atrapada en el vidrio de una tarde lluviosa
Como ese frio punzante en los dedos deseosos de fricción
Como ese sonido de grafito que sobre el papel escribe con el temor de quebrarse
Como ese labio reseco después de una noche de copas
Como ese roce del dedo al pasar las hojas con selectivo placer
Como ese melancólico bombillo quemado por las innumerables noches en vela
Como ese cuerpo que se estira para no ser devorado por la inmovilidad
Como ese viaje de una pestaña hasta la enigmática mejilla
Como esa mirada sobre el techo plagado de recuerdos
Como ese olor vespertino a café rechinado por los años
Como esa sombra de un recuerdo cuya silueta se desconoce
Como esa capa de belleza aparente en mosaico brilloso
Como esa planta de recepción ansiosa por una próxima visita
Como ese complaciente bostezo de pereza compañía
Como ese cable eléctrico cansado de la sobre carga del día a día
Como esa telaraña esquinera que se deja danzar por la briza perdida
Como esa rígida lámpara cansada de alumbrar sobre la misma dirección
Como ese rechinar en camarote de infancia olvidada
Como ese eco penetrante de las voces en reunión familiar
Como ese zapato gastado que se niega a ser cambiado
Como esa cínica ducha que mira la desnudez de quien no lo sospecha
Como ese cielo raso encantado de mirar al mundo de cabeza
Como ese detalle en la pared que devela la triple capa de pintura antigua
Como ese libre pie descalzo que busca un vidrio donde cortarse
Como esa lata de zinc herrumbrada llena de agujeros por tanto sol y lluvia acida
Como esa prensa de patio quebrada y caída de tanto sostener a los otros
Como esa añoranza de barrio en calle testigo de la vida
Como ese ladrido de perros buscando la compañía de otro ladrido a la distancia
Como ese sillón incomodo que se rehúsa a moldearse
Como ese insoportable calor de medio día que siempre llega y siempre se va
Como esa mesa de madera deseosa de volver a ser el árbol que alguna vez le dijeron que fue

II

Y yo...
Como este cotidiano que a cada tanto me hace fantasear con lo infinito, el enigma y lo relativo de las ficciones



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